- Té negro: El té negro es el tipo de té más consumido en todo el mundo. Se obtiene a partir de las hojas del arbusto Camellia sinensis y se caracteriza por su sabor fuerte y amargo. El té negro se puede tomar con leche o con azúcar.
- Té verde: El té verde es otro de los tipos de té más populares. Se obtiene a partir de las hojas del arbusto Camellia sinensis, pero a diferencia del té negro, las hojas no son oxidadas. El té verde se caracteriza por su sabor fresco y suave, y es rico en antioxidantes.
- Té rojo (o té rooibos): El té rojo es un té no cafeinado que se obtiene a partir de una planta llamada Aspalathus linearis. Se caracteriza por su sabor suave y dulce, y es rico en minerales y antioxidantes.
- Té blanco: El té blanco es otro de los tipos de té más populares. Se obtiene a partir de las hojas jóvenes y brotes del arbusto Camellia sinensis, y se caracteriza por su sabor suave y delicado. El té blanco es rico en antioxidantes y es considerado como uno de los tés más saludables.
- Té Oolong: El té Oolong es un té semioxidado, es decir, recibe un proceso intermedio entre el té verde y el té negro, se caracteriza por su sabor complejo y suave, y es rico en antioxidantes.
- Té Mate: El té mate es originario de Sudamérica y se prepara a partir de las hojas de la planta llamada Ilex paraguariensis. Es muy popular en países como Argentina, Uruguay y Brasil. Se caracteriza por su sabor fuerte y amargo y su alto contenido de cafeína.
Cada uno de estos tipos de té tiene sus propias características y beneficios para la salud. Es importante conocerlas para poder elegir el tipo de té que mejor se adapte a tus gustos y necesidades.